alfredo fernandez colectivo sergio gamezEn un giro reciente de los acontecimientos, el Colectivo Sergio Gámez ha emitido una respuesta firme a las publicaciones del periódico El País, que recientemente atacó a su portavoz, Alfredo Fernández. El colectivo, conocido por su labor de verificación periodística, especialmente en lo que respecta a noticias sobre abusos sexuales en la Iglesia Católica, ha lanzado un comunicado detallado y un artículo del propio Fernández, refutando las acusaciones y defendiendo su integridad.

El comunicado destaca un intercambio telefónico entre Fernández y Íñigo Domínguez, periodista de El País, subrayando el amplio conocimiento que Domínguez tiene sobre la vida personal de Fernández. El colectivo acusa a El País de concentrarse más en la vida privada de Fernández que en la investigación de los abusos en sí, sugiriendo una falta de rigurosidad periodística.

En su comunicado, el Colectivo Sergio Gámez ofrece una entrevista pública a El País, pero con condiciones específicas como la presencia de un notario y la garantía de publicación en portada. Además, reta al periódico a admitir la ignorancia de correos de víctimas de abusos no católicos y critica la relación del diario con instituciones estatales y premios de periodismo.

El colectivo también hace hincapié en su respeto hacia las víctimas de abusos en la Iglesia y lamenta los daños colaterales que su investigación pueda haber causado. Reafirman su compromiso con la veracidad y la calidad periodística, desafiando a El País a cumplir con su propio Libro de Estilo o a modificarlo.

Este comunicado concluye con una invitación a El País para resolver las disputas en los tribunales y una expresión de gratitud irónica por la publicidad que El País ha dado a su "Operación Bollycao", una auditoría realizada por el colectivo.

Reproducimos a continuación el contenido completo del comunicado:

"La bisoñez del novato: El País publicita la Operación Bollycao

El Colectivo Sergio Gámez, nacido para verificar las noticias publicadas por el Diario El País sobre los abusos sexuales en el seno de la Iglesia Católica, en relación a la noticia publicada hoy por ese medio atacando a nuestro portavoz Alfredo Fernández, desea realizar las siguientes declaraciones y puntualizaciones.

Eran las 13:05 de la tarde cuando el teléfono del portavoz del equipo, Alfredo Fernández recibe una llamada esperada, aunque tardía llamada, en su número personal. Al otro lado alguien que dice ser Íñigo Domínguez, periodista de El País. Intenta exhibir escaso gracejo preguntando si es mejor que se le llame Alfredo o Sergio. Alfredo sonríe con el aire de superioridad que te da saberte hijo de la verdad. La duración exacta de la llamada fue de 21 minutos.

Ínigo, a modo de las antiguas familias italianas, exhibe un extenso conocimiento de la vida y milagros de su interlocutor, sabe a qué movimiento católico pertenece, sabe dónde trabaja, y parece que sabe también dónde vive. Es conocedor de los medios digitales que fundó en el pasado y seguramente ha averiguado hasta la talla de sus calzoncillos. Está dolido por los resultados de la auditoría conocida como “Operación Bollycao”

Todo eso está fenomenal, querido Íñigo, y es muy impresionante. De hecho, estamos muy acongojados en el equipo. Si todas esas destrezas las hubierais exhibido para investigar los abusos te habrías ahorrado esa llamada, aunque seguro que en EL País tiene tarifa plana contratada en Telefónica, accionista del periódico.

Muy asustados como estamos, queremos deciros a ti y a los becarios que te acompañan varias cosas:

1ª. Se acabaron los tiempos en los que las llamadas de tu periódico cuadraban a todos. Ser el rey desnudo no te da muchas ventajas cuando se te ha visto el paño. Aquí estamos y aquí seguiremos.

2ª Ya sabes el teléfono de un miembro del equipo, pero el correo de outlook ya lo conocías de antes, si quieres comunicarte ya sabes cómo hacerlo, recuerda que son las iniciales de la directora de tu periódico que inició la campaña. Somos gente muy partidaria de los homenajes y a ella se lo brindamos.

3ª Si quieres una entrevista, públicamente te la ofrezco; pero será en un lugar neutral y con un notario de por medio para que levante acta de las preguntas y las respuestas. No es que no nos fiemos de vosotros, es que a veces se os olvida publicar datos extraordinariamente relevantes. Comprometeos públicamente de antemano a sacarla en portada y contad con ella. No sabemos si irá Alfredo, o irá otro miembro del equipo y no esperes una exclusiva para la SER. El entrevistador que sea José Manuel Romero o Pepa Bueno. Mejor Romero y que nos lea de viva voz ese glorioso artículo del 28 de otubre de 2023 titulado “Nunca una investigación periodística mereció tanto la pena”. ¡Vive Dios que, salvo en lo de investigación periodística está cargado de razón ese titular!

4ª Sí, tenemos más casos. Cuentas con el apoyo de los ayudantes de los obispos que han dado orden a la COPE de silenciarnos para no ofenderos. Somos poco receptivos a ellos, así que no esperes que obedezcamos sus consignas. Gabilondo y vosotros sois víctimas de los abusos de la verdad y estamos preparados para aceptar cualquier desafío que queráis. Órdago a la grande.

5ª Retadnos públicamente si pensáis que no tenemos más escándalos: esperábamos a Cremades y su informe, pero a lo mejor nos convencéis de cambiar el calendario y probar aperitivos antes de los entrantes.

6ª Contad a vuestros lectores, antes de que lo hagamos nosotros, cómo ignorábais los correos de las víctimas cuando su agresor no era católico. Explicad con cariño por qué eso es discriminación positiva. ¡Sacad esa retórica florida!

7ª Somos muy conscientes de las buenas relaciones que tenéis con comisarios y cuerpos de inteligencia. Antaño las instituciones del Estado no eran sospechosas, aunque eso ha cambiado en los últimos tiempos. Esperamos que no las utilicéis contra nosotros y si decidís utilizarlas y ellas se prestan, que conste de antemano. Estamos en manos del Altísimo y nada tememos.

8ª Respetamos mucho el premio Ortega y Gasset de periodismo. El año que viene deberíais volver a otorgároslo y poner cara de sorpresa cuando os autonombréis en la entrega.

9ª Nuestro máximo respeto por las víctimas de abusos en la Iglesia y por el 99,2% restante y que no tuvieron voz por no tener agresores católicos. Hacemos extensivo este reconocimiento a vuestros lectores y suscriptores que pagan por un trabajo de calidad. Defendemos públicamente que todos ellos merecen reparación en distinta medida. Pedimos disculpas públicamente a los Escolapios y a las verdaderas víctimas por los daños colaterales que ha conllevado esta verificación periodística que hemos realizado.

10ª El Libro de Estilo o se cumple o se cambia. Se cumple o se cambia. Se cumple o se cambia. Hasta que lo cambiéis, deberíais leerlo e intentad que parezca que se cumple. La Defensora del Lector es una persona muy discreta. Muy discreta y silenciosa.

En todo caso, si lo tenéis a bien, nos vemos en los tribunales, ese exótico lugar donde se dictan sentencias y se determinan responsabilidades con normas procesales, garantías, derechos de los acusados y se observan los Derechos Humanos.

Muchas gracias por la noticia de hoy. Nos ha sorprendido que os interesara dar tanta publicidad a la “Operación Bollycao”. Sin duda, estamos aportando material de estudio a las venideras generaciones de periodistas. Os reiteramos nuestra gratitud y SEGUIMOS EN CONTACTO.

Ósculos y amplexos.

COMUNICADO OFICIAL DEL COLECTIVO SERGIO GÁMEZ

Ponemos en marcha una investigación para verificar el periodismo de El País y solo de El País. Si conoce algún caso de abusos periodísticos (falta de rigor, omisiones fundamentales, desidias, pseudoinvestigaciones…) de El País que no haya visto la luz, envíenoslo a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. Si el caso es de América Latina, puede usar este mismo correo.
(Velamos por la observancia del Libro de Estilo, El Estatuto de Redacción de El País, así como la correcta labor del Defensor de El Lector).
No es ideológico; es por el derecho de los lectores."


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